domingo, 3 de abril de 2011

Sobre el mal humor y sus consecuencias.... // Abril

Bien,  se fué marzo y esta semana me puse a pensar sobre algo que me paso a durante dicho mes y que me dejo pensando unos cuantillos dias, y tiene que ver con el mal humor. que cosa jodida no? cuando nos pasa algo, nos dicen cosas, o vivimos cualquier tipo de situaciones que tienen el poder de cambiarnos el día, de alterarnos emocional y mentalmente. Es muy jodido, tanto para el que lo padece, como para el que cae víctima de ese mal humor, y sí, porque siempre está el que la liga de arriba no? Aquel que, ya sea q viene con un buen día, o simplemente esta neutro, tiene un día normal, y entabla una conversación con esa persona que sufre este estado anímico, cae preso de él, ya sea con respuestas cortantes  a cada pregunta o falta de predisposición para la charla, en fin, poco entusiasmo para con alguien que, quizás,  nada tiene que ver con los problemas de esa persona, y que, a lo mejor solo le interesa saber cómo andas, que es de tu vida, o, sencillamente mantener una simple charla con vos , por qué? Porque le importas, se preocupa por vos, sos importante para esa persona, nada más.
y bien, y ahí es cuando viene la difícil tarea de mantener una charla o compartir un momento, de remar y remar contra las olas de mala onda, que cada vez te irritan más y t hacen estar al borde de cortar todo mal. Y acá entra en juego la paciencia no? Hasta cuando uno se puede bancar estos estados de alguien, hasta cuándo puede mantener la calma y ser conciliador, y hasta qué punto va a ser valorado después por la otra persona, la paciencia juega un rol importante acá, porque, termina siendo aquello que te hace no perder los estribos frente a una situación así, conducirla por el buen camino, evitando posibles peleas, o disgustos de todo tipo.
A veces se hace muy difícil mantener una relación, ya sea familiar, de amistad, o amorosa, cuando aparecen este tipo de trabas y cuando la persona es MUY susceptible a estos bajones, no sabe separar, aquello que le haya provocado este desanimo de esa interacción con otra persona, y se la agarra con ellos o también, cuando alguien le ofrece ayuda, se dispone a escucharlo y trata de saber qué es lo que lo oprime para poder aconsejarlo, darle su punto de vista, o tratar de sacarlo de ese estado, levantar el ánimo y darle la oportunidad de despejarse un poco de eso y alentarlo, animarlo y, de esa forma, brindarle optimismo. Pero, qué pasa? El tema es que la persona se rehúsa a desahogarse, no te cuenta el motivo de su malhumor, y, por ende, no se deja ayudar. Y sí, uno tiene que aceptarlo no? El esfuerzo se hizo, la intención estuvo, pero si la otra persona no se dejó ayudar, por más que se quiera, no se puede seguir insistiendo. Osea, ya está, es así, que se las arregle solo,  pero entonces que no se la agarre conmigo que nada tengo que ver con sus problemas, vine con la mejor onda a mantener una buena charla y en vez de decir, de entrada un “mirá, no tengo ganas de charlar, no tengo un buen día, disculpáme” o algo así, te hace sufrir su mal humor con este tipo de reacciones que dije al principio, pone a prueba tu irritabilidad, y tu paciencia y cuando quisiste prestarle tu oído y aconsejar, no quiso, entonces, que se joda no?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario